Lo que hay que saber
- Sin la preparación adecuada, esta experiencia puede convertirse en un caos para ti y en una fuente de estrés para tus mascotas.
- Antes de traer un nuevo loro a casa, el primer paso es evaluar si es compatible con el que ya vive contigo.
- Hazle un chequeo completo con un veterinario especializado en exóticos y pide exámenes como cultivo de heces y pruebas de PBFD y psitacosis.
Introducir un nuevo loro en un hogar donde ya vive otro ejemplar puede ser un proceso desafiante. Sin la preparación adecuada, esta experiencia puede convertirse en un caos para ti y en una fuente de estrés para tus mascotas. En este artículo, te guiamos paso a paso para garantizar una transición exitosa y una relación armoniosa entre tus aves.
Con estrategias basadas en el comportamiento natural de los loros y experiencias reales de cuidadores, descubrirás qué hacer antes, durante y después del encuentro. Además, aprenderás a detectar señales de estrés, cómo preparar el espacio y qué errores evitar.
Evaluar la compatibilidad entre los loros
Antes de traer un nuevo loro a casa, el primer paso es evaluar si es compatible con el que ya vive contigo. Los loros son animales sociales, pero también pueden ser territoriales y tener personalidades muy distintas.
Tipo de especie y tamaño
Lo ideal es que ambas aves pertenezcan a especies con niveles similares de energía y comportamiento social. Por ejemplo, juntar una cacatúa (afectuosa y demandante) con una guacamaya (territorial y enérgica) puede resultar en conflictos si no se gestiona bien. También hay que considerar el tamaño: un perico pequeño puede estar en peligro si comparte espacio con un loro grande.
Edad y madurez
Los loros jóvenes suelen adaptarse más fácilmente que los adultos, pero también pueden ser más inquietos o impulsivos. Un loro adulto bien socializado puede aceptar a uno más joven si se hace una introducción gradual.
Historial de socialización
Un loro que ha convivido con otras aves tendrá más herramientas para interactuar. En cambio, uno que siempre ha estado solo puede reaccionar con miedo o agresividad. Conocer su pasado te ayuda a prever cómo puede responder al nuevo integrante.
Preparativos antes de traer al nuevo loro
El éxito de la convivencia empieza antes del primer encuentro. Aquí es donde muchos cuidadores fallan, apurándose sin una preparación adecuada.
Visita al veterinario
Asegúrate de que el nuevo loro esté sano antes de llevarlo a casa. Muchas enfermedades se transmiten fácilmente entre aves. Hazle un chequeo completo con un veterinario especializado en exóticos y pide exámenes como cultivo de heces y pruebas de PBFD y psitacosis.
Jaulas separadas
Nunca introduzcas un nuevo loro directamente en la jaula del residente. Deben tener jaulas separadas, ubicadas inicialmente en cuartos distintos, para un proceso de cuarentena que debe durar al menos 30 días. Este paso es esencial tanto por salud como por adaptación progresiva.
Preparación del entorno
Prepara un ambiente neutro para los primeros encuentros visuales. El espacio no debe ser territorio exclusivo de ninguno, debe ser seguro y sin distracciones que los alteren. Quita juguetes o elementos que puedan generar competencia o celos.
Fase de cuarentena: salud y primeros contactos
La cuarentena no solo previene enfermedades, también ayuda a que ambos loros se acostumbren al sonido y presencia del otro sin estrés directo.
Cuarentena médica
Durante este periodo, observa al nuevo loro: su actividad, apetito, comportamiento vocal y heces. También evita el contacto con objetos, comida o personas que hayan tenido contacto con el otro loro, para no propagar enfermedades.
Cuarentena social
Puedes permitir que se escuchen, pero sin verse durante los primeros días. Posteriormente, coloca las jaulas en el mismo cuarto, pero con distancia suficiente para que se observen sin sentirse invadidos.
Refuerzo positivo
Premia con golosinas, palabras o caricias a ambos loros cuando se comporten de forma tranquila ante la presencia del otro. Así asocian la experiencia con algo positivo.
Primeros encuentros visuales y físicos
Tras la cuarentena y una vez que ambos se vean cómodos, puedes pasar a los encuentros supervisados.
Encuentros breves y supervisados
Inicia con sesiones cortas en un espacio neutral. Ambos deben estar fuera de sus jaulas y bajo vigilancia constante. No fuerces la interacción, solo observa.
Lenguaje corporal: señales que debes conocer
Aprende a leer sus señales:
- Interés positivo: plumas suaves, pupilas normales, vocalizaciones suaves.
- Alerta o agresión: plumas erizadas, pupilas dilatadas, alas abiertas, chillidos o picotazos.
Si notas tensión, sepáralos suavemente y vuelve a intentarlo al día siguiente.
Evita castigos y gritos
Si ocurre un mal comportamiento, no castigues ni grites. Los loros son muy sensibles al tono emocional. En su lugar, interrumpe suavemente y ofrece una alternativa calmada.
Convivencia diaria: cómo mantener la armonía
Después de varios encuentros positivos, podrás comenzar una convivencia más prolongada, pero con límites claros y observación constante.
Espacios compartidos, pero con independencia
Mantén las jaulas separadas durante un tiempo más, incluso si pasan varias horas juntos fuera de ellas. Esto les da seguridad y un espacio propio donde retirarse si se sienten abrumados.
Rutinas iguales, atención equilibrada
Los loros pueden ponerse celosos si uno recibe más atención. Trata de darles tiempo de calidad por igual: juego, entrenamiento y afecto equilibrado.
Juegos y juguetes compartidos
Introduce juguetes nuevos y zonas de juego neutras para que ambos los exploren. Así disminuyes la posibilidad de que uno se apropie del objeto y lo defienda.
Errores comunes al introducir un nuevo loro
Incluso cuidadores con experiencia pueden cometer errores al agregar un nuevo miembro a su bandada. Conócelos para evitarlos.
Juntarlos demasiado pronto
No respetar la cuarentena ni los pasos progresivos suele derivar en peleas, heridas y rechazo duradero entre las aves.
Ignorar el estrés
Un loro que deja de comer, vocaliza sin parar o se arranca las plumas puede estar estresado. Nunca normalices estas conductas.
Forzar la convivencia
Cada loro tiene su ritmo. Algunos se adaptan en días, otros tardan meses. Respetar ese tiempo es clave para evitar traumas emocionales y físicos.
Señales de éxito: ¿cómo saber si ya se aceptaron?
Sabrás que todo marcha bien cuando observes:
- Se acicalan mutuamente o se acercan sin tensión.
- Comparten espacio sin pelear.
- Vocalizan de forma parecida, se imitan.
- Duermen cerca o sincronizan actividades.
Esto no significa que no habrá conflictos, pero sí que ambos están aprendiendo a convivir como parte de una bandada.
¿Qué hacer si no se aceptan?
A veces, a pesar de todos los esfuerzos, los loros no se llevan bien. Aquí algunas estrategias.
Mantenerlos en espacios separados
No es lo ideal, pero puede ser necesario. En estos casos, cada uno necesita su jaula, juguetes y rutinas propias. Aún así, pueden vivir en el mismo hogar con cuidado.
Consultar con un etólogo o experto en comportamiento
Al igual que los perros, los loros pueden necesitar ayuda profesional para superar ciertos comportamientos. Un especialista puede darte pautas específicas para tu caso.
Considerar la reubicación
Si la situación se vuelve insostenible y pone en riesgo a uno de los loros, lo más responsable podría ser buscarle un nuevo hogar con las condiciones adecuadas.
Preguntas Frecuentes
Mínimo 30 días. Este periodo es clave para prevenir enfermedades contagiosas.
Sí, pero depende del tamaño, temperamento y socialización previa. La introducción debe ser cuidadosa.
Interrumpe con suavidad, sepáralos y retrocede a una etapa anterior del proceso.
No al principio. Deben tener jaulas separadas durante la adaptación, y solo convivir en la misma si hay señales claras de aceptación mutua.
Dedica tiempo equilibrado a cada uno y evita reforzar conductas posesivas con atención o premios.